SOBRE LA 17

La Agrupación Docente Almafuerte se formó hace unos años para luchar por los derechos de los trabajadores de la Educación y por la defensa de la Escuela Pública. Por ello llamamos siempre a defender el Estatuto del Docente ante los intentos de todos los gobiernos para reemplazarlo por una legislación laboral flexibilizadora y funcional a los intereses empresariales. Uno de esos intentos fue el de la década pasada a través de la Ley Federal de Educación que gracias a la lucha de los docentes del todo el país finalmente quedó en la historia. Y por eso también defendemos y llamamos a defender el derecho a las garantías del Debido Proceso que tiene quien es acusado de cometer un delito, falta o irregularidad. Y dentro de esas garantías está el derecho a la defensa en juicio. Derechos de los que deberíamos gozar TODOS, incluidos por ejemplo, los abusadores de la Técnica1.

Pero no debe confundirse esa defensa incondicional y hasta principista de los derechos que hace nuestra agrupación, con el silencio cómplice que algunos desde el poder, pretenden que los docentes tengamos cuando somos testigos de algún atropello o avasallamiento de los derechos, ya sea hacia nosotros, hacia nuestros compañeros, o hacia nuestros alumnos.

Al contrario, no solo que no debemos callarnos cuando estamos en presencia de un hecho de estas características, sino que además debemos denunciarlos a los cuatro vientos, tal como les enseñamos a nuestros alumnos.

Siempre debemos recordar que los gobiernos autoritarios de carácter Nazi-fascistas pudieron ser posibles gracias al silencio de los Justos e Inocentes. ¿Quién no ha sentido vergüenza ajena por la actitud de aquel argentino que miraba para otro lado mientras una chica latinoamericana era salvajemente golpeada en un subte de Madrid por un fanático Nazi, por ejemplo?. ¿Quién no ha escuchado alguna vez la siguiente aseveración?: “Todos sabíamos lo que pasaba en la Técnica 1 con las chicas, porque eso venia sucediendo desde hacia mucho tiempo”. ¿Todo el mundo sabía que había chicas siendo abusadas y mientras eso se sabía (o se sospechaba) dos salones más allá se predicaban “Los derechos del Niño”?. ¿Qué clase de sociedad sería esta si todos metiéramos la cabeza bajo la tierra como el avestruz cuando el autoritarismo, la injusticia, el abuso, y las violencias de todo tipo se manifiestan alegremente frente a nuestros ojos?.

Por eso, de ninguna manera y BAJO NINGUNA CIRCUNSTANCIA vamos a renunciar a la defensa de los derechos, y jamás vamos a dejar de denunciar los autoritarismos y a los autoritarios.

Hace unos meses comenzábamos a denunciar públicamente la persecución, hostigamiento, y acoso de los que eran víctimas un grupo de compañeras de la EPB 17 por parte de la dirección de la Escuela. Estas compañeras fueron (y siguen siéndolo aún) víctimas de un autoritarismo casi patológico en forma permanente y sistemática, cosa que las llevó a un quebrantamiento psíquico. ¿Qué habían hecho de malo estas compañeras para merecer semejante persecución por parte de la dirección? (si es que esto tiene alguna justificación), pues fueron las que denunciaron los atropellos, la corrupción y el autoritarismo de algunos ex miembros de la cooperadora, quienes aliadas de la vicedirectora y el Consejo Escolar habían cometido todo tipo de atropellos y “chanchullos”.

Es decir que estas compañeras hicieron, ni más ni menos, lo que toda persona de bien debiera hacer, y lo hicieron por todas las vías que correspondía.

Sucede que la Vicedirección parece contar con algún tipo de respaldo político emanado desde el Pattista Consejo Escolar, y por eso el hostigamiento y las amenazas continúan como si nada, transformando a la EPB 17 en algo similar a un campo de concentración.

Las maestras por ejemplo, son esperadas por estos dos ex “cooperadores” amigos de la vicedirectora en la puerta de la escuela a la mañana cuando entran y reciben todo tipo de insultos y amenazas. Por su parte, la vicedirección se encuentra implementando métodos dignos del nazismo para evitar que el comedor escolar se llene de molestos hambrientos. Sucede que por la falta d espacio físico esta señora no tuvo mejor ocurrencia que elaborar un distintivo a ser exhibido por todos aquellos niños que quieran ingresar al comedor, y en el caso de no contar con él se quedan sin comer. Eso y el brazalete con la estrella de David que los nazis obligaron a los judíos a llevar para discriminarlos y ultrajarlos tienen una similitud sorprendente. A esta señora se le ocurrió que por vergüenza o agotamiento los niños comenzarían paulatinamente a dejar de concurrir al comedor y entonces el problema del espacio físico quedaría resuelto.

Las maestras a las que ella persigue, en cambio, tuvieron la “insensata y subversiva” idea de reclamar al Consejo Escolar y a toda aquella autoridad con alguna responsabilidad en el funcionamiento del Sistema Educativo.

El método de la vice parece no ser casual ni producto de un cerebrito afiebrado si se tenemos en cuenta, como decíamos, que existe acuerdo político entre esta señora y el Pattismo. ¿Será ese el futuro de las escuelas escobarenses con el Pattismo de nuevo en el poder?.

Respetamos el derecho que esta gente tiene a las Garantías del Debido Proceso (tienen uno en curso), pero eso no significa que dejemos de denunciar estos nuevos atropellos. Y de ninguna manera vamos a callarnos porque lo que esta en juego son los derechos de los compañeros docentes y los de los alumnos.

2 de Noviembre de 2007