Muchos compañeros nos estaban preguntando eso desde hacia ya un tiempo, pero para elaborar un informe que diera respuesta a esa pregunta queríamos esperar hasta el momento en que existiera una notificación “oficial” sobre el resultado del presumario a las compañeras.
Finalmente el día viernes 19 de diciembre pasado las maestras de la EPB Nº 17 fueron citadas por la titular de la Dirección de Gestión Institucional, Licenciada Alicia Benso en la Torre 1 de la dirección de Escuelas en la ciudad de La Plata para comunicarles las conclusiones arrojadas por la investigación que llevara adelante en su momento el Inspector Alejo Marrone ante las denuncias presentadas por un grupo de “madres” contra las compañeras.
Recordemos que nuestra agrupación sostuvo siempre que estas “madres” no eran más que un puñado de lúmpenes provocadoras que, movidas por intereses mezquinos y apoyadas y/o vinculados a los funcionarios y políticos locales, llevaron adelante una serie de denuncias falsas basadas en un cúmulo de mentiras, pero que -curiosa y llamativamente- fueron escuchadas por los inspectores de la zona.
En el medio, y no lo vamos a contar aquí porque es extensamente por ustedes conocido, nuestra agrupación junto a los padres y docentes sostuvimos una incesante lucha en defensa de las compañeras, denunciando además que se trataba (y ahora lo confirman las propias autoridades de la Dirección de Escuelas) de una despiadada persecución por la “mala costumbre” que tenían estas maestras de adherir a los paros en reclamo de sus derechos.El tiempo nos dio la razón porque el viernes 19 de diciembre pasado la Dirección de Escuelas estaba haciéndoles conocer a las compañeras lo siguiente:
- Según el informe elevado por el Inspector Alejo Marrone, Mariana G., Mariana A., y Sandra G. debían quedar exentas y los expedientes cerrados pues no pesaba sobre ellas ningún motivo que ameritara la iniciación de sumario alguno. El inspector, antes, había instrumentado el seguimiento de la labor de las maestras que fue llevado adelante por varios inspectores, que se “instalaron” en la escuela durante varios meses para tal fin, y que llevó a la conclusión de que eran -son- excelentes docentes ¡ya lo sabíamos!. Además remarcó el mismo informe que la parte “denunciante” no había aportado ninguna prueba relevante, y que sus denuncias estaban basadas tan solo en dichos y trascendidos sin ningún sustento ni asidero, y que además no pudieron presentar ningún testigo que respaldara sus denuncias.
- A Adriana Ch. se le aplicó un día de suspensión pues, según el Inspector, incurrió en una falta leve: “No haber llenado correctamente el libro de firmas” ¿?. Pero que no existía ninguna prueba en su contra de todo lo que las “madres acusadoras” denunciaban.
- En cuanto a Marisa L.: La resolución de su caso quedó en suspenso pues no les quedaba claro si había incurrido o no en la violación de un artículo del Estatuto, y que por eso elevaron su expediente a la Asesoría de Gobierno que determinará en un plazo breve si es que tal violación existió (en realidad no existe, pero estimamos hicieron eso pues no estaban dispuestos a otorgarnos un triunfo en toda la línea). Pero que de todas maneras la falta, si es que existiera, no tenía absolutamente nada que ver con lo que los provocadores habían denunciado.
Luego de estas notificaciones, las autoridades de la Dirección de Escuelas comentaron que no habían podido dilucidar cuales fueron los motivos que llevaron a estas personas a efectuar las denuncias contra las maestras, que con la investigación habían comprobado que eran todas falsas. Pero aclararon que no era materia de su incumbencia el investigar sobre la conducta de personas ajenas a la Institución.
En otras palabras, todo esto es una confirmación palabra por palabra de lo que nuestra agrupación sostuvo desde que se inició la persecución contra las maestras. Decíamos entonces que “Sobre las compañeras de la EPB 17 existió una persecución incesante y sistemática por su adhesión a los paros y la lucha por sus derechos”; que “Las supuestas dos madres denunciantes no eran más que un par de lúmpenes provocadoras que apoyadas por algún político oportunista levantaron una serie de denuncias y acusaciones falsas”; que “Si el asunto había llegado a tal extremo fue tan solo porque los inspectores y consejeros escolares habían abierto las puertas de sus despachos a esta gente dando por cierto y verdadero todos y cada uno de los disparates que emanaban de esas bocas venenosas y malintencionadas” y que lo hacían pues buscaban aplicar un castigo ejemplificador contra los que se atrevieran a denunciar las malas condiciones de las escuelas, y que lucharan en defensa de sus derechos.
Luego de una intensa lucha que ocupó gran parte del 2008 pudimos llegar a este momento que debe ser caratulado como un “Aplastante triunfo contra el autoritarismo, la persecución y la injusticia”. De todas maneras no nos vamos a olvidar que las compañeras y sus familias debieron vivir momentos angustiantes al ver a esta gente ventilar en los medios todo tipo de acusaciones falsas en contra de ellas y al sufrir todo tipo de amenazas, insultos e injurias de todo tipo y calibre. Y tampoco vamos a olvidar el rol permisivo y hasta cómplice de los inspectores y de algunos consejeros escolares, que no tenían problemas en tomar por verdadero los disparates que decía esta gente, con los cuales se reunían casi a diario pero que no querían dedicar un solo minuto en escuchar a las razones de las compañeras. Tampoco nos vamos a olvidar que estas autoridades fueron quienes, basándose en los disparates de los intrigantes, primero calificaron mal a las maestras, y luego pretendieron trasladarlas a otras escuelas. Traslado que fue frenado por una impresionante movilización popular pocas veces vista en el distrito.
¿Deberíamos entonces hacer algo con estos funcionarios que sumieron a las compañeras en la más profunda de las angustias por el mero placer de verlas sufrir? Ellos no son cualquier cosa, son la Dirección de Escuelas en el distrito y tienen mucha responsabilidad en todo este asunto. El Informe de la investigación contradice de plano los argumentos que en aquellos momentos esgrimían los Inspectores locales. Bastaría entonces utilizar este informe final para exigir justicia haciendo que cada uno de estos funcionarios pague por cada lágrima derramada.
Creemos importante darle difusión a este tipo de cosas pues expresan muy didácticamente cómo se puede triunfar a pesar de, como en el caso de las compañeras de la 17, tener en contra a consejeros escolares, Inspectores de área, Inspectores Jefes Distritales y a los inspectores jefes de toda una región completa.
Ante cada reclamo nuestro esta gente respondía invariablemente que no existía ninguna posibilidad de dar marcha atrás en las decisiones que habían tomado ¿Vieron señores inspectores que finalmente SÍ había posibilidades? Entendemos que si tuvieran un mínimo de decoro deberían presentar sus renuncias después de leer esta nota ¿Lo harán?
Pero más allá de eso, lo verdaderamente importante es la conclusión y la enseñanza que todos nosotros debemos sacar del asunto: “La lucha por nuestros derechos muy rara vez se nos presenta fácil, pero que por más difícil que esta fuera, no podemos permitirnos el lujo de creer que estamos derrotados tan solo porque lo digan las autoridades”
Y no crean que hemos conseguido algo extraordinario pues la receta -a imitar- fue bien simple: Asamblea de padres, docentes (afiliados o no) y alumnos para decidir y la lucha para imponer los reclamos.
¡Felicitaciones a las compañeras de la EPB 17 que derrotaron a TODOS los que las perseguían y hostigaban!
¡Vivan los padres, docentes, Almafuerte y SUTEBA que con la lucha derrotamos el autoritarismo!
¡Viva la lucha de los docentes!
¡A festejar por este gran triunfo!
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